La intolerancia en las redes sociales es un fenómeno actual que afecta la Salud Mental.
La intolerancia al prójimo, a las actividades o trabajo ajeno, puede afectar los sentimientos, la motivación e incomodar al círculo social al que pertenece la persona víctima de burlas o desprecios en las redes sociales.
La intolerancia se presenta como un signo característico de las relaciones actuales, como tendencia social o como particularidad individual, tiene claros efectos negativos en su salud mental. Por su parte, la reflexión compartida o la prudencia en el trato hacia el otro se presentan como puertas a mejores experiencias. No hace falta entonces, tratar de desprestigiar o de hacer quedar mal cuando un estado o publicación en redes sociales no nos gusta.
Y, aunque desde la psicología se pueden aportar elementos para trabajar la tolerancia y mejorar las relaciones, la realidad es que nuestra sociedad muestra altos niveles de irritabilidad, poca disposición al diálogo y atajos hacia senderos de violencia simbólica. La recomendación es trabajar la impulsividad, entender que lo diferente no divide, sino que puede sumar, aprender a escuchar y respetar, son algunas de las claves. Para dejar de ser intolerante con los demás.
En conclusión, sabemos que la discriminación y la intolerancia está presente en nuestra sociedad porque todos los días podemos observar en las redes sociales, de forma directa o indirecta, ataques en contra de la dignidad de las personas, que les impide igualdad de derechos y oportunidades. Por favor, trabajemos nuestra intolerancia, nuestra impulsividad. Vivamos nuestras vidas. Si no construye no destruya, no reste, sume.
En estos tiempos que dependemos de los demás para sobrevivir, mostremos empatía
Por favor solidaridad entre seres humanos.